lunes, 7 de noviembre de 2016
martes, 12 de julio de 2016
miércoles, 22 de junio de 2016
miércoles, 20 de abril de 2016
lunes, 4 de abril de 2016
martes, 29 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
domingo, 13 de marzo de 2016
Tenemos que apuntar bien, la culpa no es de los sindicatos, es de nosotros y del gobierno!
He visto como en los últimos días, debido al resultado de la
discusión del contrato colectivo hay muchos colegas que están promoviendo una
renuncia masiva a tales organismos, haciéndole precisamente el juego al
gobierno.
La defensa de los derechos requiere de acciones por parte
del ofendido. Esto quiere decir que cuando una persona ha sido víctima de algún
daño debe manifestar su disposición a que sea resarcido, tiene que reclamar.
He visto como en los últimos meses los diferentes sindicatos
en la coalición docente de los estados han llamado constantemente a asambleas,
protestas, marchas, un sin fin de actividades para darle fuerza en la calle a
que tengamos salarios justos, y muchos docentes no van, la gran mayoría no va a
ninguna actividad, sino se quedan en su zona de confort esperando que sean
otros los que le resuelvan el problema.
He visto a los directivos sindicales enfrentar a los
representantes del gobierno nacional y regional, y el gobierno con razón,
cuando se les dice que vamos a paro, a tomar acciones contundentes, responden
que los sindicatos no tienen poder de convocatoria, que cuando se hacen los
llamados a protestar los docentes no se suman a las protestas.
He visto cuando se van hacer las discusiones sobre reclamos
de deudas pendientes, incumplimiento de cláusulas, los representantes del
gobierno dicen que los sindicatos no representan a nadie, que solo tiene
afiliados entre 300 a 350 docentes por estado, y eso no es nada.
He visto a los dirigentes sindicales hacer su trabajo. Lo
que no he visto es a los docentes, valientes, aguerridos, que salgan a la calle
a reclamar sus derechos, y que acompañen a los sindicatos cuando llaman a las
acciones de calle. Aquí en Trujillo, por ejemplo, los que salen a protestar son
los mismos 40 o 50 de siempre, mientras los demás son muy buenos protestando
desde su teléfono o computadora por facebook.
Los sindicatos van a poder ejercer con mayor fuerza su tarea
de defensa de derechos mientras más contribuyamos a fortalecerlos, y eso solo
lo podemos lograr es participando con ellos en todas las actividades, las
jornadas de manifestación, de protestas, y siendo miembros de ellos para que
ejerzan una representación valida, legitima de los docentes.
Hay quienes quieren pescar en río revuelto, y están tras la
creación de sus propios sindicatos, y hoy promueven el ataque a las
federaciones para que los docentes renuncien, y luego mostrarse como los
grandes salvadores del gremio.
Para ir terminando, ante el ataque a todos los sindicatos,
quiero decirles que de forma mayoritaria las federaciones nacionales están
esperando la legitimación del proceso de elección de sus autoridades por parte
del CNE, por tal motivo los únicos que discutieron contrato por parte de los
docentes, y tenían voz y voto en las reuniones fueron SINAFUM, FETRAENSEÑANZA
-SINTRAENSEÑANZA, Y FENAPRODO - CPV.
La lucha continúa! La firma del contrato no supone el fin de
los reclamos por una condición de vida digna para nosotros los docentes.
Tenemos que entender que el reclamos de nuestros derechos es una ejercicio
cotidiano y pedagógico, porque cuando reclamamos nuestros derechos, cuando nos
empinamos, cuando somos valientes, enseñamos a nuestros hijos y alumnos a que
no hay que vivir de rodillas ante nadie, que tenemos siempre que luchar por
nuestros derechos, que hay luchas que se pierden, pero que sirven de
experiencia para no cometer los mismos errores, y comenzar a luchar de nuevo,
con la experiencia y la fuerza de lo vivido.
Por último, y no menos importante, todos sabemos que lo que
sufrimos los docentes es parte de los que sufre todo el país. Nuestro salario
no alcanza, y no va alcanzar nunca mientras estemos bajo un régimen oprobioso,
que no cree en la educación y nos mantiene bajo un modelo económico fracaso,
que solo produce escasez, inflación, y ya se comienza a ver hambre y miseria.
Muchos no lo dicen, tal vez por pena, pero en los hogares de los docentes como
los del país, hoy no hay que comer. El gobierno ha demostrado que no va a
cambiar, así que si nosotros queremos cambiar la situación de nuestro gremio,
si queremos ayudar a cambiar la situación del país, tenemos que salir a la
calle a ayudar a las fuerzas democráticas a cambiar el gobierno.
De nosotros depende, o seguimos en la zona de confort,
quejándonos desde el teléfono y por facebook, o asumimos de una vez por todas
el liderazgo de nuestras comunidades, para salir del el régimen madurista que
ha destruido el país.
Manuel Rivero.
jueves, 10 de marzo de 2016
lunes, 11 de enero de 2016
COPEI. 70 años de historia.
Este 13 de enero nuestro Partido Social Cristiano COPEI cumple 70 años de su fundación. Siete décadas de lucha que me atrevo a dividir en dos etapas. Los primero 46 años, desde 1946 hasta 1992, la etapa de la fundación, crecimiento y consolidación de la democracia cristiana venezolana; y la etapa de 1993 hasta hoy, una etapa no tan bonita, a la que esperamos dejar atrás definitivamente en éste 2016 con la renovación y refundación de nuestro partido.
Nuestro partido jugó un papel estelar en el nacimiento de la democracia venezolana como actor fundamental en el acuerdo de gobernabilidad más importante que ha tenido nuestro país, el Pacto de Punto Fijo, acuerdo que le dio a los venezolanos cuatro décadas de estabilidad política, desarrollo económico y calidad de vida, con sus altos y bajos, pero que a la luz de la tragedia de los últimos 17 años, puedo decir sin complejo alguno, que ha sido hasta hoy la mejor etapa de nuestra vida republicana.
Llegamos dos veces a la presidencia de la república, con nuestro fundador Rafael Caldera en 1969 y una década en 1979 con quien considero el más grande de los presidentes que ha tenido nuestro país, Luis Herrera Campins. En 1988, a pesar de no alcanzar la presidencia, nuestro líder Eduardo Fernández alcanzó la votación más alta que haya tenido copeyano alguno, 2.955.061 votos, que representaban el 40.40% de participación popular. Lamentablemente, una fuerte oposición interna a Eduardo, promovida por nuestro fundador contribuyó en forma muy negativa a la posibilidad de tener un gran presidente, y ahí la génesis de una división que se consolidará en 1993.
Con Eduardo Fernández, como secretario general del partido, en 1989 el país va a elegir por primera vez por voto popular a gobernadores y alcaldes. Ganamos 7 de 20 gobernaciones, y 101 de 269 alcaldías. COPEI se consolidaba en el país, haciendo una oposición inteligente, de fuertes críticas al gobierno de Carlos Andrés Pérez; al tiempo que hacía propuestas para superar los graves problemas de los venezolanos.
1992 un año difícil para la democracia venezolana, con las intentonas golpistas del 4 de febrero y del 27 de noviembre. COPEI, en la vocería de Eduardo Fernández como secretario general del partido, condenó el alzamiento militar, y Eduardo se jugó la vida, la biológica y la política por la democracia. En aquel momento nadie supo entender como el líder de la oposición salió a defender la constitucionalidad y la democracia. Hoy a pesar de la tragedia de los últimos 17 años hay quienes aún no quieren entender. En las elecciones regionales de 1992, ganamos 11 de 22 gobernaciones, más tarde Eduardo Fernández deja la secretaria general del partido.
Llega 1993, año donde nuestro fundador provoca la división más grande que ha sufrido nuestro partido, y la cual hoy aún no hemos podido superar. COPEI que venía creciendo, consolidado con su mensaje de principios social cristianos, que tenía las mejores obras de gobierno, los mejores gobernadores y alcaldes que ya eran líderes nacionales, recibe de su padre una estocada que ha dejado una herida que no sana aún.
Es así como llegamos a las elecciones regionales de 1995, donde el partido sigue sufriendo divisiones. Henrique Salas Romer, después de haber llegado a la gobernación por COPEI crea proyecto Carabobo, que luego le va a dar nacimiento a Proyecto Venezuela. En ese año, después de haber ganado 11 gobernaciones en 1992, obtuvimos solo 3. El partido entra en franca decadencia, sin visión estratégica ni claridad de mensaje.
1998, año de elecciones presidenciales, y quienes dirigían el partido en el momento, no supieron leer al país. En las elecciones regionales del 8 de noviembre ganamos 4 gobernaciones, tres de las cuales fueron en alianzas con otros partidos nacionales. Así un COPEI disminuido, opta por la candidatura a la presidencia de una mujer muy hermosa, que había representado muy bien al país por su sin igual belleza, pero que no representaba los valores del partido ni las aspiraciones de cambios profundos de los venezolanos.
En el momento cuándo el país necesitaba de COPEI el más claro de los mensajes frente a la amenaza del comunismo y retroceso al caudillismo, los dirigentes nacionales fallaron, dejándose llevar por un pragmatismo estéril. En la última década de nuestra historia, desde 2006 hasta hoy hemos sufrido mucho de eso.
Luego de ese breve recuento de algunos momentos de nuestra historia, no me queda otra cosa que hacer sino el llamado social cristiano a los copeyanos de ésta generación a encarar la responsabilidad de recuperar la vocación histórica y el sustento ideológico de COPEI. Es la hora de recuperar reivindicar los valores de los que construyeron nuestro partido, el COPEI grande que le metió el hombro a la democracia formando parte del gran proyecto que se concretó en el Pacto de Punto Fijo. El COPEI de los líderes que se jugaron la vida por defender la democracia ante las intentonas golpistas del 92.
Los copeyanos de hoy tenemos que asumir la responsabilidad de presentar a los venezolanos un partido que lucha por el bien común y la justicia social en una Venezuela mejor, para lo que tenemos que ponerle alma, vida y corazón.
70 años de historia, con aciertos y desaciertos, y aún toda una vida por delante, donde nuestro compromiso, con el estado y el país es poner al servicio de los trujillanos una generación de copeyanos con un mensaje socialcristiano profundo y renovado, una generación de copeyanos que se presente como una alternativa democrática de inclusión, que luche día a día por los débiles y marginados, a la vez que recogemos esa hermosa historia de lucha y sueños de nuestros fundadores y vayamos tejiendo nuevas banderas con los hilos de aquellos principio universales de la doctrina social de la iglesia, hoy renovados a la luz del mensaje de nuestro gran líder mundial, el Papa Francisco.
Manuel Rivero.
Sec. General de COPEI Trujillo.
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